miércoles, 7 de octubre de 2015

De camping con dos meses

El post de hoy trata sobre la logística y experiencia a la hora de viajar con un bebe de dos meses, yendo de ¡¡Camping!!

Cuando Bunyolet tenía dos meses y diez días exactamente, decidimos irnos de camping un fin de semana con los cuñados y sobrinos. Aprovechando el puente del 15 de Agosto, pusimos rumbo a Asturias, al camping La Paz. Ya habíamos estado en este camping hace un par de años, y nos había encantado.

El camping está situado en Vidiago, cuenta con una playa semi privada, ya que sólo se puede acceder a esta través del camping,  zona de columpios, bar-restaurante, aseos, supermercado, en fin lo típico. Tiene varias zonas  para acampar dependiendo de lo que necesites o de tus gustos, nosotros cuando fuimos la primera vez, escogimos una parcela con vistas al mar y era una preciosidad, eso sí, cuando sopla el viento parece que se acabe el mundo; esta última vez escogimos una en la zona verde de los columpios, resguardada y amplia, para poder tener el carrito sin problemas y poder estar todos juntos, ya que los sobrinos son también pequeños.

El primer día salimos pronto para no pillar atascos, al ser día 15 pensamos que habría tráfico, e hicimos bien, llegamos prontito al camping sobre las 11 mas o menos, montamos las tiendas, porque si, íbamos en un iglu para tres personas e hicimos tiempo hasta la hora de comer.
Por la tarde queríamos ir a la playa, pero cual fue nuestra sorpresa al ver que estaba en marea alta y de la playa no quedaba nada, bueno sí, un rinconcito de piedras, impensable con niños y bebe; así que nos fuimos para Llanes, unas cervecitas y vuelta para el camping que tocaba barbacoa para cenar. A la hora de dormir, linternas y a la tienda, el peque durmió en su capazo, en el suelo aislado con una manta, y nosotros a su lado en un colchón hinchable. Como ya aguantaba sus buenas 5 o 6 horas del tirón no hubo problemas con las tomas de biberón (otro día os contare el porque de mi no lactancia materna), la última se la tomó a la 1 de la mañana antes de ir a dormir y la siguiente sobre las 7 que ya despuntaba el sol.
Yo en la playa del camping con Bunyolet

El segundo día, luego de un buen desayuno, bajamos a la playa con todos los bártulos que eso conlleva, más abajo pondré la lista de todo lo que necesitamos. A medio día subimos a comer y a pasar la tarde en las tiendas, tranquilos y cada cual a lo suyo; y aquí viene lo bueno...como no puede ser de otra manera siendo Asturias, a media tarde se puso a llover, ningun inconveniente, habíamos preparado un buen toldo para poder hacer la barbacoa y cenariamos dentro de la tienda de los cuñados asi que bien. 

El problema vino luego de cenar, cuando nos fuimos a ir a dormir, cual es nuestra sorpresa que vimos que nuestra tienda estaba empapada, y no me refiero a la tipica condensacion en las paredes, sino a charquitos en el suelo, y nuestro colchon, almohada, pijamas y edredon chorreando agua...el primer impulso de una fue recoger todo y venirnos para casa, total tampoco estabamos tan lejos; pero luego un poco mas calmados hablamos con el camping y nos proporcionaron una caravana en desuso que tenian y una manta para poder pasar la noche. La verdad es que se portaron de maravilla.

La pena fue que la manta era algo fina y claro en Asturias aunque sea en pleno Agosto por las noches refresca, asi que claro, entre el frio y la situacion pues dormir lo que se dice dormir, no lo hice mucho, al menos el padre de la criatura que es el que conduce si descanso y Bunyolet tambien, pues toda su ropa y sus cosas estaban en perfecto estado, por eso a la mañana siguiente recogimos la tienda que resulta que estaba rota por el paso del tiempo y ya nos pusimos rumbo a casa.

Y aunque fue un poco caos el ultimo dia, y en un camping para dos dias no me vuelven a encontrar, hay que decir que la experiencia merecio totalmente la pena.

Un saludo

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